En el patio
Hebe Leopardi



          Siento las piedras frías, húmedas. Siento el silbido del viento acercándose a mi piel, hiriendo mi cara, mis piernas, mis muslos. Caen gotas livianas, heladas. Poco a poco siento el agua correr por mi cabello, resbalar por mi cara. La rugosidad de la piedra, sus bordes granosos, me recuerdan el resplandor de las bombillas de mi cuarto tibio, gris, mi cama suave, esta vida.

          No recuerdo la última vez que fui sola a un sitio que no fuera el mercado o el trabajo, la última vez que decidí pasear por ahí sin más compañía que los pasos silenciosos. Creo que soy una mujer común, tengo treinta, dos niñas hermosas, una casa pequeña y como diez kilos de más. Quizá estas ideas son estúpidas. Lo más probable es que él tenga razón y yo sólo sea esta idiota que no es capaz de hacer nada bien.

          Tengo los pies mojados, se me ven los pechos, la bata está tan fría. Huele a tierra mojada; la casa de mi madre era tan bella, con aquellos patios verdes, minados de flores, siempre olían así. No me agrada este sabor a sangre, es tan metálico, tan intenso? ni siquiera puedo sonreír para mí misma, cada intento es una punzada ardiente, como los clavos del Cristo. Estas gotas, parece que retumbaran por dentro de mi cráneo.

          Cada vez está más oscuro, más helado. Quizá podría caminar hasta el río, seguir el camino, pero me duelen tanto las piernas, la cara. Estas gotas que parece que se clavarán en la piel. Ni siquiera hay estrellas. Abuela decía que las estrellas son las guías de Dios para los inocentes. Para mí no hay ninguna.

          Cada vez llueve más, quizá el río crezca. Los escalofríos me aturden y esta piedra me hace tanto daño en la espalda, quizá la carne pisada siente como yo. Quizá la carne machacada respira las voces que hablan desde lejos. Dios, que no salga la luna, que no salgan las estrellas. Ya ni siquiera puedo tragar. Ahora sé lo que sienten las cucarachas.



Hebe Leopardi.
Ciudad Bolívar, Venezuela. 1979.
Actualmente reside en la ciudad de Caracas. Es Licenciada en Educación, Mención Castellano y Literatura, de la Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre (Venezuela). Ha participado en recitales públicos de poesía, narrativa, publicado textos poéticos en las revistas literarias digitales Letralia (www.letralia.com), Cagua, Venezuela (2004 y 2005) y El cuarto amarillo (www.cuartoamarillo.com), Guadalajara, México (2005) además de textos narrativos en la Antología de la narrativa cumanesa 1950-2004. Compiladores: María Celeste Mindler y Oswaldo Acevedo (Editor), 2005. En el año 2001 recibió el primer premio del concurso literario UDOESCRIBE, a cargo de la Delegación de Extensión Universitaria de la Universidad de Oriente, en las menciones poesía y narrativa. Actualmente es cursante de la Maestría en Literatura Latinoamericana, en la Universidad Simón Bolívar, en Caracas.