ahora que estamos desnudos
fernando martínez méndez




                    Ahora que estamos desnudos, quién es quien. Nadie nos conoce entonces entre las sábanas y el frío, ni mi cigarro ni tu abrigo de pieles fino. Dónde ha quedado tu apellido. Está olvidado en aquel rincón oscuro de mi cuarto, junto a tu ropa. Verdad que todo se mira más simple cuando te olvidas del mundo… Deberíamos de hacer esto más seguido. Verdad que el piso es más frío cuando caminas sobre él, descalza. Así es mi corazón cuando no estás conmigo. Ahora tu ropa no te sirve de nada, todo se asemeja a nuestros cuerpos desnudos; tu dinero aquí no vale, mi pobreza es igual a la de ambos. Comenzamos a amarnos, no como se es cotidiano, sino que a diario inventamos nuevas maneras de hacerlo, el amor en ti y en mi siempre es nuevo, siempre con el matiz de hace tiempo, con los besos de largos años. Nos perdemos ambos en nuestra desnudez, yo te invento a cada paso que ando sobre tu vientre, una cascada nueva fluye de ti cada vez. Acaricio tus manos con el mismo cariño y con el mismo acento de siempre, beso tus labios, tus miembros, uno a uno los voy bautizando, lenta, largamente acaricio tus ojos, tus manos, tus labios; con mis manos toco tus senos, con mi lengua los voy dibujando, de un pezón a otro me transportan mil suspiros de tu insondable pecho. De tu vientre que es como un valle nacen alegres palomas, sigo lentamente hasta su nido, hasta el hogar más tibio al que bajo para renacer en él. Entonces explotas y estallas, con la emoción de mil batallas gritas, te mueves, cantas. Lloras y gimes de dolor, de placer, te lloran las entrañas. Estás como poseída de algo que llevas dentro, algo que es mío y me pertenece, algo que es tuyo y que lo celebras con la alegría de muchas horas de sueño. Igual yo, sufro como un ataque, me quedo vacío y me lleno de ti. Al final terminamos, nuestras prendas vuelven a decir quién es quien, la discriminación cubre nuestros cuerpos. Hacemos como que no nos conocemos, hago como si nunca te hubiera visto, actuamos, aunque ambos sabemos que nos queremos y a la vez nos odiamos y nos matamos, nos penetramos. A tu falda le falta un hilo.





fernando martínez méndez
Guadalajara, Jal. México.
Estudiante de Ing. en Sistemas Computacionales.