angeluz
giordano pérez castro




     Habiéndose sumergido entre un largo letargo de sueños profundos, y aromas incandescentes a sus oídos; Gabriel, hijo de aquel arcángel envuelto en letanías de encanto y purificaciones a aquella jungla llena de horrores, finalmente descansa su corazón palpitante...
Hablo con el viento, y este solo pudo escupir sonidos de desprecio; bebió el agua del atardecer y esta solo pudo lavar sus pecados veniales, tan amados para su cuerpo.
     Ángel, hijo de Caín y su signo de la tristeza, desafortunado conocedor del corazón humano y sus latidos interesados… quien decidió probar entre los mortales, y encontró el deseo en una calida piel femenina, una dulce dama… una mera ilusión pasajera…

     "Sacralizo mis mejillas cuando vienen a mi pasos largos de sentimientos amorfos que desean invadirme. Solo he pedido un poco de amor a mi cementerio insufrible… y he recibido menos que lapidas de piedra y féretros llenos de vida. He podido coronar le santuario que yace enterrado entre el ocaso y las inconsolables aves que piden mas cielo para volar… ambiciones siempre presentes.
     Incubos lloran sobre mi pecho y vírgenes han maldecido mi morada, pues he decidido negar lo que a mi fue complaciente.
     Pero aunque fuese hijo del iluminado, perpetrador de la furia del origen; permanezco hecho de carne y hueso, sigo latiendo lentamente segundo a segundo. Solo deseo elegir el dorado receptáculo, calido y perfumado de mi llanto y risas…
     Arranque los ojos de mi dios y pude ver el miserable fin ante mis pupilas, salpicando el cielo redentor con la sangre púrpura que brota de sus parpados.
     He buscado a través de inconsolables aves y estrellas de ardor eterno, mas sin embargo solo he encontrado la vacuidad como amante. Sólo eso…
He llorado mi alma y sigo sin encontrarte…"


     Más aunque le fue entregado a este el privilegio del deseo y el latir del pobre corazón humano, predio ante la sátira conclusión que le impusieron aquellos que juegan morbosamente con los hilos del destino. Mas aquella dama le abandono entre suspiros y lagrimas infantiles:

     "Sabes que me duele menos amarte, puesto que arriesgo sola mi pesar ante la nada de tu partida, pues se que debes ir a guardarte entre los cielos y vanagloriar a tu creador… me da miedo no poder verte entre la luna y aquellas estrellas que no producen el brillo que deseo. Aquellas estrellas que me has puesto para iluminar mi noche, no son suficientes para mi"

     Yaciendo ante la puerta astral que une la cordura y el frenesí, cansado de llevar la débil voluntad del hombre, a quien tanto amó; quien solo pudo regalarle condolencias y un amor simplemente carnal… solo virtudes podridas y promesas hipócritas de redención. Hombre débil…
     Ángel laxo que conoce el origen de la furia y sus lazos satíricos, teme ahora el esperado enlace desesperante: la furia y el desconsuelo de aquellos altos mandos de la urbe asfáltica divina; la furia de aquellos por quienes es comandad su aureola… bien sabe que al incurrir en tales sarcasmos espirituales, ha provocado que los laureles aurosos que rodean su cabeza, hayan sido oxidado por la saliva de su amada y el pecado del placer y la sensualidad. Ahora ha terminado este largo caminar por la tierra, sólo, sin gloria ni placer.
     Sabe que el comandante sapiente de su legión, y los miles de hermanos consanguíneos, se mofaran de sus lágrimas sulfurosas y frías. Es tiempo del mediodía, es tiempo de volver al origen, cual hombre híbrido ha vuelto a cobrar venganza al paraíso resguardado por Longinos y Orfeo, el de los cantos calidos; quienes hubieron fracasado también a causa del expulsado.
Gabriel teme nuevamente por su alma, por los miles de desafiantes a la promiscuidad, por que ha faltado a su nombre…

     "Orfeo que con sus dulces manos produce melodías para mis oídos y lleva con sus brazos mi cuerpo desacralizado hacia las estrellas. Solo esta noche me protege el signo de la hipocresía. Galenos podridos y arcángeles enfermos estrujan lentamente el vértice de mi mirada -en nombre de mi padre santísimo - he de saludar al arcángel y su hermana la falsedad desencadenada y con tal burla, han de desear mi alma en el Hades mas frío, pues caminare sobre el Pandemonio, y que los demonios beban mi sangre, consagrando esa marca que me he tatuado con el dolor de tu dios; pues al asesinarlo faltando a mi palabra, me he convertido en él, y solo él; por los siglos de los siglos… así sea"

     Así bien, Gabriel mismo, debatiendo entre el amor no entregado y la furia de sus antecesores, se prepara a enfrentar el desconsuelo de la soledad… se entrega al abismo luminiscente de lagrimas, y cae muerto al Plutón. Desgarra lentamente con sus manos su alma al ritmo de los coros que llenan el espacio de la eternidad… con el simple frenesí de las estrellas ensucia sus manos de sangre y bebe calidamente de la copa de sus pecados…
     Solo recuerdos infames de aquella a la que entrego su corazón, y recuerdos de su padre el arcángel de la jungla espesa, lo entregaran de nueva cuenta a la vida.

     "Etérea y enfermiza paz invaden ahora mi semblante; a mi, que una vez fui uno con la eternidad. Solo deseo descansar y fundir mi existencia entre el fuego impío y la música que emana del tormento. Deseo ser uno con la penumbra.
     Mi voluntad efímera se prepara a dormir entre las sombras, y con ellas convertirse en amante. Ser con ellas castidad y dignidad unánime.
     Que mi alma languidecida olvide por siempre la luz y la humanidad puesto que son creación única de una cruel broma y el lamento de un dios débil"


     Inconsciente y atormentado despierta nuevamente ante el salpicar de las estrellas de aquel sitio en tinieblas. Las fosas dantescas le recuerdan todo relato de su infancia, con el cual fuese atormentado cada noche. Un lugar frío y desolado, perfumado por los cantos incesantes de aquellas almas deiformes y deformadas, pidiendo el perdón del creador; almas desconsoladas arrancando uno a uno todos sus cabellos, para hacer hermosas coronas a su dolor interminable y así agradar a los centinelas que vienen por una sola alma a ser llevada al suelo enlodado del paraíso.
     Esperando nunca más la redención utópica que habrá de llegar en forma de gracia y gloria, llevándolo de nuevo al paraíso; esperando jamás ser uno con la luz castrante y las virtudes humanas que alguna vez le defraudasen; esperando ser siempre uno con el abismo.





giordano pérez castro
Guadalajara, México. 1985.
Participa con el colectivo Mentes Torcidas en performance en el Tianguis Cultural
Participa con performance en el programa “Alebrijes” del canal 7, en enero del 2004. Ganador del tercer lugar del Segundo Concurso de Palabras Oscuras en el bar Les Fleurs du Mort 2003. Ganador del primer lugar de la categoría de cuento en el concurso de Tercer Aniversario del bar Les Fleurs du Mort.
Vocalista del grupo de black metal gótico “BEU RIBE”.