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Lucía Cánobra

Dos poemas


Fiebre


…se detiene, y se cierne eterna, la lívida luz de un relámpago.
María Luisa Bombal

Cubierta en lienzos y mortajas,
cambio al norte, mi desmejorada unción;
canto entre paréntesis,
mi hiel, mis manos,
mi frente bajo los carbones,
mi azulejo chañaral que se entre observa
por el tierno trino de las olas.

No hay más sol que el imposible,
que este cuerpo que envilece encadenado a la memoria.
Abro las cadenas,
hacia el frío oscuro, arrinconado
y
me rebelo en contra de mi casta juventud.

Puedo correr, recién ahora,
luego de años habitados entre imágenes y piedras;
vuelvo al blanco
asimilado por la enfermedad que me consume.

Cavo zanjas en la arena
y examino doce llagas que me sangran.
Las aves de rapiña sobrevuelan, cándidas,
cansadas,
producto cierto del delirio amargo.

Desvanezco entre millares de cadáveres,
podridos casi todos.
Fantaseo con holgura hacia las nubes
al encuentro del origen, de la luz.

Mientras duermo,
vencida por el aire atribulado,
mi piel se extiende y se confunde entre las rocas.

Las bestias huyen,
inconstantes,
al evidenciar mi desaparición
o mi caída.




Nada vuela hacia el Oriente

…suelta la rienda
en su acostumbrado error.

Sor Juana Inés de la Cruz

No regreso al aire,
más que al tímido avatar de una tormenta.

No regreso al fuego,
frío,
más que envuelta en sedas negras llenas de pecado:

Una voz me agita el alma,
en total entrega y reflexión;
busco el cielo entre los vidrios,
busco el mar revuelto,
la espuma gris de un día gris,
mi fe que a ratos huye sin pavor.

No regreso ya -está decidido-;
mi ahogo es inminente,
la conciencia seca,
el recuerdo blanco,
una orden que entre sueños cumplo a medias:

Quita ese vestido de tu cuerpo,
y lo demás;
tócame en el punto más cercano a los infiernos.
Ven conmigo hacia las llamas,

le respondo con la voz enmohecida.

Ven, bendita, al espacio de la luz.
Cuenta el viento entre el cabello,
mi veneno corre por tus venas.

Yo me quedo lisa y permanente,
adosada, ineficaz.

Como un océano indeciso,
como el tibio rastro de una sombra que se aleja…



Lucía Cánobra
Algeciras, España. 1979.
Tras un breve paso por Argentina y Uruguay, actualmente vive en La Serena, Chile.
Es Intérprete superior en Piano y dirige un Taller de poesía llamado "Al sur del sur". Sus poemas han sido finalistas en concursos en España y Chile. "Desembarcos", su primer libro, al que pertenece el presente poema, será editado el 2008 por el sello "Prometeo".