renglones torcidos       


El juicio
Leticia Cortés



Al no comprender lo que le rodeaba el hombre lo creó.
El autor


          Desde hace millones de años te hemos buscado. Te adoramos a ciegas. Usamos nuestra fe. No, no intentes moverte o el guardia te hará sufrir lo imaginable, aunque no tanto como lo será tu sentencia. ¡Silencio! Calla y escucha. Por lo menos el día de tu juicio escucharás a los que te hemos hablado durante siglos y has hecho oídos sordos a nuestras plegarias.
Tus crímenes son los siguientes:

          Crear la vida en distintos planetas, sin pensar en las consecuencias.

          Darle inteligencia, conciencia y alma a tus creaciones, pero no un sentido por la armonía.

          Darle instintos a tus hijos, y para tu propia diversión crear leyes que se opongan a ellos:

          Mira, pero no toques, toca, pero no disfrutes, disfruta, pero no atesores.

          He dicho silencio, no debes producir ningún sonido, sólo escuchar tu destino.

          No intervenir en los momentos de destrucción y perdonar a los que se enriquecieron en tu nombre, ese, es el crimen más grave que has hecho contra la vida. Mofándote de tu eternidad, creíste que el tiempo nunca te iba a alcanzar.

          Pero al desobedecer tus leyes e ignorarte, llegamos hasta ti, pronunciar tu nombre está prohibido en el universo, al jugar a ser tú, aprendimos a superarte y ahora a pesar de que huiste por miles de años, te hemos encontrado, ahora enjuiciamos y condenamos a muchos como tú, pero a ti es a quien buscábamos en realidad, los demás sólo fueron un bono extra.

          Escucha y laméntalo durante tu condena, así tal vez adquieras conciencia y dejes de preguntarte "¿Por qué a mi?".

          Estás sentenciado a sufrir la vida mortal durante toda la eternidad.



Leticia Cortés
Me llamo Leticia. Me pusieron así porque así se llama mi madre. Nací en Guadalajara un viernes lluvioso de 1980, el 22 del mes en que el cielo se llena de cometas. Mi elemento es el fuego. Me llamo Leticia. Significa Alegría. Mi vida se mide antes y después del silencio. Todo se resume a lo contrario a lo que significa mi nombre. Tengo grabada la melancolía en los lunares grises de mis ojos. En las líneas de mis manos está escrita la palabra tristeza. Estoy aquí porque no encontré otro remedio para curar mi garganta. Porque no tenía otro lugar a dónde ir. Soy presa de la escritura. Y no me iré, aunque me quieran aventar al vacío, no me iré. Porque a veces soy más terca que creativa.Me llamo Leticia. A veces soy poeta y a veces poema. Y no me extrañaría que de repente me quedara sin movimientos: con la mano estirada hacia un papel que no existe, tratando de escribir con tinta invisible, un nuevo lenguaje que respire.

sept
2004