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| caleidoscopio |
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No te llevo Aline Carrere |
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Más que entregarme a la tierra. Me encuentro sórdida, devastada. con la esclerótica crepitando, Interna y externa. Inerte. Prisionera en clepsidras embrujadas. Maldita Supuran mis muslos sus escamas gelatinas, incapacitada. Ni sueño. Ni estimo el saldo de mi desventura. Quiebro los párpados. Ya me estoy quedando ciega, /voluntariamente, ciega/ tras la fractura conminuta del pómulo derecho, remojado, y mis coanas clausuradas. ¡Quiero gritarte! O morder tu cuello e iniciar este día, otra vez, con propósito maléfico. Es el caos, Enerva; mi obligado abandono, la suerte burlona, el destino corrompido, y el Dios. Mi amado, ensimismado Dios, Divertido en el humano juguete De mi soma metastático. Hoy me traslado a tu olvido de ALINE, a mi solsticio de inmunosupresión, pretérita, sucumba. Me voy cargada de equipaje, Pesado, desgastante; Y tus labios, Con el beso humilladamente SUPLICADO… No plagio, Enerva La sonrisa póstuma, Ni el roce lánguido del dedo O tus dientes dagas en mis brazos. /No te llevo/. En dobleces macrométricos Solo las blusas, con mis tantas ganas de ti A cuestas. Y mi doloroso /adolorido/ AMOR: Limpio, nuevo, exhibido, excitado; (Porque nunca lo tocaste) en mi libreta de notas. La del sentido poema sin sentido. Ahora, sin dueño. Sin MI recuerdo, Enerva. Para que NO tengas que olvidar… 
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