Cadeshoras     

Buen consejo
Patricia Romana Bárcena Molina


          La tía Lucrecia, preocupada por el bienestar de su hermosa sobrina, la llamó en privado y le dijo:
          -Un hombre te sigue por las mañanas, y por aquí te han visto regresar con él. A los demás les tapamos la boca, hija, pero a tu marido, no le faltes; mal que bien te quiere y solventa el gasto de la casa y de los hijos.

          -No te preocupes, contestó María. Yo sé muy bien lo que hago y por qué lo hago.

          -Tienes todo el derecho de cambiar tu situación, y si eso conviene, hazlo. Pero no te arriesgues…El que a dos amos atiende con alguno queda mal.

          Pasó el tiempo y nada parecía cambiar en la vida de María. Lucrecia quiso hablar por última vez con ella y buscó el momento propicio.

          -Las cosas siguen igual, María. Veo que echas en saco roto mi consejo.

          -¡Por supuesto que no, tía! Tu consejo es bueno y me ha dado claridad. No tengo dos amos…Uno es siervo.





Patricia Romana Bárcena Molina
México D.F.
Maestra en educación especial.
Directora del Colegio Vallarta Arboledas.
abril
2003